L’Espai Musical, y en particular Jorge Lario como director, siempre está buscando a gente interesante y con ideas con las que colaborar o participar en proyectos del sector musical. En la edición del año pasado del “Guitar Campus”, celebrado en Tarazona de la Mancha, L’Espai coincidió con la empresa albaceteña Thermion, que acudió para impartir una charla sobre amplificación y efectos aplicados a la guitarra. Los contenidos expuestos de forma amena y didáctica, así como el trabajo y las grandes ideas de José Manuel Martínez García-Casarrubios y Wenceslao Sánchez (fundadores de Thermion), llevaron a Jorge Lario a mantener el contacto con ellos. Más adelante, en febrero de este año, L’Espai Musical invitó a Thermion a participar en el ciclo de charlas que han ofrecido durante el presente curso en FNAC Valencia, donde José Manuel protagonizó la charla titulada “El arte de amplificar”.
Esta relación ha llevado a Jorge Lario a ser uno de los demostradores actuales de Thermion, en concreto de sus dos productos más recientes: el amplificador Spitfire y el pedal Gasoline.
Ambos productos fueron presentados el pasado 4 de junio en la sala ClanDestino de Albacete. Junto a músicos como Estúpido Flanders, Art Rodríguez (guitarrista de la banda de Metal Progresivo Delyriüm) y Jorge Lario (guitarrista y director de la academia musical “L’Espai Musical” de Valencia) la joven empresa de amplificadores y otros “cacharros” para músicos, presentó en sociedad sus nuevos productos para guitarristas.
El evento comenzó a las 19h de la tarde a cargo de Jorge Lario, que habló un poco sobre la historia de la guitarra eléctrica y continuó con las actuaciones de Estúpido Flanders y Delyriüm. Para finalizar la noche, Jorge Lario salió al escenario para desplegar todo su saber hacer a las seis cuerdas con las nuevas creaciones de Thermion.
Tras la presentación, hablé un rato con José Manuel Martínez García-Casarrubios de Thermion.
¿Cómo surgió la idea de crear Thermion?
Thermion surgió prácticamente como una necesidad. Empezamos reparando amplificadores para amigos empleando el conocimiento que mi socio Wenceslao Sánchez y yo habíamos adquirido por curiosidad acerca de válvulas de vacío. Somos ingenieros y personas con una enorme curiosidad.
Muy pronto nos instalamos como servicio técnico de la tienda Klavier de Albacete y diseñamos nuestros propios equipos de diagnóstico. También empezamos a diseñar nuestros propios amplificadores y efectos: Spitfire, Gasoline y otros muchos que aún tenemos en “la recámara”, pero tenemos intención de lanzar en breve.
En Noviembre de 2014 ganamos un concurso provincial de emprendedores y eso fue lo que nos impulsó de manera definitiva a crear una empresa grande y con las miras puestas en innovar y satisfacer necesidades que siempre habíamos tenido como músicos, pero nunca vimos satisfechas.
En un mundo lleno de competencia y marcas consolidadas, ¿qué os animó a la creación de Spitfire y Gasoline y cuáles serían sus puntos diferenciadores?
Nos gusta desarrollar productos poco convencionales. Cuando estoy diseñando algún circuito siempre tengo dos ideas en mente: “Si nunca hubiese visto un amplificador (o pedal), ¿Qué es lo que esperaría de él?” y “¿En qué puedo mejorar ideas ya existentes?”.
Gasoline es un pedal muy poco al uso. En verdad tiene poco de pedal y es más bien un amplificador en miniatura con gran parte de las peculiaridades que tienen los grandes amplificadores de válvulas, lo que lo hace único. Tanto si se emplea por la entrada de un amplificador como a una etapa de potencia (o conectado por el “return” de un ampli), pronto se nota que es una distorsión mucho más contundente y definida que cualquier otro pedal. El control completo de ecualización y los tres modos, hacen que cualquier guitarrista pueda sacar “ese” sonido que tiene en mente. No falla.
Gasoline también tiene nuestro sistema patentado SE2, que permite grabar con calidad de estudio empleando IR dedicadas. El funcionamiento es muy sencillo: conecta Gasoline a tu tarjeta de audio, abre tu DAW favorito (Cubase, Pro Tools, Reaper…), carga las IR dedicadas en un emulador de altavoces (al estilo Poulin LeCab) y ya estás grabando en un estudio profesional.
Spitfire es un amplificador hecho por y para ser fácilmente usado y disfrutado. Pesa poco, es compacto, fácil de controlar, tiene un sonido muy “agradecido” y versátil… ¡Es un hit! Lo que más ha sorprendido a los guitarristas que lo han probado es su versatilidad y, “a pesar” de ello, lo fácil que es obtener un sonido muy bueno y definido. A mi, particularmente, me gusta mucho el doble volumen maestro, que te permite tener exactamente el mismo tono a volumen de rítmica y solo. También soy muy fan de la versión de 20W (tenemos un modelo de 20W y 50W) porque es muy fácil “sacar” distorsión de etapa de potencia a volumen moderado. Quien ha podido poner un valvular a todo volumen sabe de lo que hablo. Es un tono irrepetible.
En el desarrollo de Spitfire y Gasoline, ¿habéis pensado en algún tipo de guitarrista en concreto? ¿Qué tipo de sonido habéis buscado?
Con Gasoline se puede tocar cualquier estilo que requiera una saturación pesada con mucho sustain (Blues, Rock…) pero principalmente está pensado para Metal. Durante el desarrollo de Gasoline, siempre tuve en mente mis primeros años como guitarrista en los que no podía permitirme un gran High Gain y necesitaba una herramienta compacta y portátil para tocar en cualquier escenario y para grabar en casa con calidad de estudio (nuestro sistema SE2). Pues eso es Gasoline.
Spitfire es, desde luego, versatilidad pura. Su sonido es marcadamente americano (emplea válvulas 6V6 ó 6L6) y puedes moverlo desde limpios cristalinos, crunch leves o pesados y llegar al terreno High Gain. Es un amplificador con una interacción entre previo y etapa muy estudiada para que el tono sea óptimo en cualquier situación. Existe la extendida creencia de que no se puede tener un buen limpio y una buena distorsión en el mismo ampli y Spitfire está aquí para derribar ese mito. Palabra.
Además de ingeniero también eres guitarrista, ¿cómo ha influido esto en el desarrollo del amplificador y el pedal?
Siempre diseño teniendo en mente mis necesidades actuales y pasadas. El doble volumen maestro de Spitfire, el sistema SE2, los tres modos de Gasoline… Son necesidades que siempre he tenido como guitarrista y que he traducido en diseños electrónicos.
Para la presentación has contado con músicos de la talla de Art Rodríguez y Jorge Lario, ¿cómo llegaste a colaborar con ellos?
Art Rodriguez ha vivido muchos años en Albacete y le conocía de los círculos guitarriles de nuestra ciudad. Es un tipo muy llano y accesible, y un guitarrista como la copa de un pino. Cuando le hablé de Thermion me dijo “¿Una marca de amplificadores y efectos aquí en Albacete, en serio?” y en nuestro primer encuentro le fascinaron nuestros inventos. El resto vino rodado.
A Jorge le conocí a través de un profesor de la Escuela de Música Moderna de Albacete (EMMA) con la que mantengo una estrecha relación. Dí una charla sobre amplificadores y efectos en el “Guitar Campus” de 2015 en Tarazona de la Mancha y allí comenzamos a hablar de proyectos, colaboraciones… Nos entendemos muy bien porque yo domino muy bien la técnica y él aún mejor la palabra. Lario es un gran relaciones públicas y demostrador. Es nuestro hombre.
Jorge Lario también me expuso sus impresiones de ambos productos tras tocar con ellos.
“Son unos productos hechos a mano y muy fiables. En el mundo de los amplificadores de gama alta se echa en falta algo que Spitfire sí tiene; y es su linealidad en el crecimiento, lo bueno de su respuesta.
La mayoría de los amplis suenan muy bien a un volumen alto, pero la calidad se pierde al tocar más bajo y eso es algo que con este no pasa. Suena muy bien con un volumen bajísimo. Tiene una dinámica de ejecución a bajo muy similar a la que se tiene con un instrumento acústico, y esto le proporciona una dinámica muy grande. Puedes tocar muy bien a un volumen muy bajo y cuando lo subes sigues notando ese control. Notas control, sustain y tacto en todo momento y a cualquier volumen. Además, tienen un peso ridículo. El de 20W, por ejemplo, pesa poquísimo y, sin embargo, tiene un volumen enorme. Los acabados son súper fiables porque están hechos completamente a mano, lo que hace que todas las piezas se pueden sustituir. No son como el típico ampli compacto que en caso de que se rompa vale más la pena tirarlo y comprar otro que repararlo. Por lo que Spitfire es un ampli de largo recorrido.”
Sobre Gasoline comenta:
“Gasoline es impresionante. Para hacerte una idea exacta lo mejor es probarlo. Sirve para todo. Puedes usarlo como pedal de distorsión o como previo, porque está pensado de forma que al meterlo en el bucle de efectos ataca directamente la etapa y funciona como tal. Esto te permite llevar un previo y tener otro con el pedal. Y, por último, también funciona como IR. Cuando lo conectas puedes usarlo como VST dentro del programa de grabación. Sin duda también destaco mucho su precio porque por, aproximadamente, 200 euros tienes algo muy versátil con toda esta cantidad de funciones. De hecho, actualmente estoy usándolo para grabar las demos de mi segundo disco en solitario.”
Iván García
Alumno de L’Espai Musical